Begoña Silla - 20/04/2009
Desde el pasado viernes, los espectadores pueden sumergirse en una historia real y a la vez llena de suspense y emociones fuertes. Se trata de la película-documental “Man on Wire”, considerada por algunos expertos ‘la mejor película del año’.

El filme cuenta la historia de un joven francés, Philippe Petit, que en 1974 convirtió en realidad su sueño de caminar sobre un alambre tendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, entonces los edificios más altos del mundo.
La película toma como base la obra del propio Petit “To Reach the Clouds”, reeditada más tarde con el nombre de “Man On Wire”.
Según los críticos, lo difícil de este trabajo, más que contar la historia que es en sí misma increíble, insólita y fascinante, era hacer un filme que estuviera a la altura de la misma.
Pero James Marsh, con paso igual de firme que el protagonista de “Man On Wire” ha utilizado testimonios de los protagonistas, imágenes originales del propio Philippe Petit y situaciones recreadas para hacer interesante una historia de la que ya conocemos el final.
Marsh utiliza el ‘flashback’ como técnica para mezclar los laboriosos preparativos con todo lo ocurrido el día en que Petit lleva a cabo su particular hazaña: recorrer los 45 metros que separan las dos Torres Gemelas de Nueva York, a 417 metros de altitud. Y durante ese transcurso va resolviendo interrogantes del tipo: ¿Cómo consiguen sus cómplices colarse en las Torres Gemelas?, ¿De qué forma meten en ellas una tonelada de material?, ¿cómo lo suben 110 pisos?, y finalmente… ¿Cómo se las arreglan para lanzar el cable de una torre a otra?.
Lo cierto es que “El Hombre en el alambre” puede convertirse en una experiencia emocionante, intensa e inolvidable, avalada por la cantidad de premios obtenidos, entre los que destacan el Oscar al mejor documental, el BAFTA a la mejor película británica 2009, así como el Gran Premio del Jurado y el Premio de la Audiencia al mejor documental en el Festival de Cine de Sudance 2008.

El filme cuenta la historia de un joven francés, Philippe Petit, que en 1974 convirtió en realidad su sueño de caminar sobre un alambre tendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, entonces los edificios más altos del mundo.
La película toma como base la obra del propio Petit “To Reach the Clouds”, reeditada más tarde con el nombre de “Man On Wire”.
Según los críticos, lo difícil de este trabajo, más que contar la historia que es en sí misma increíble, insólita y fascinante, era hacer un filme que estuviera a la altura de la misma.
Pero James Marsh, con paso igual de firme que el protagonista de “Man On Wire” ha utilizado testimonios de los protagonistas, imágenes originales del propio Philippe Petit y situaciones recreadas para hacer interesante una historia de la que ya conocemos el final.
Marsh utiliza el ‘flashback’ como técnica para mezclar los laboriosos preparativos con todo lo ocurrido el día en que Petit lleva a cabo su particular hazaña: recorrer los 45 metros que separan las dos Torres Gemelas de Nueva York, a 417 metros de altitud. Y durante ese transcurso va resolviendo interrogantes del tipo: ¿Cómo consiguen sus cómplices colarse en las Torres Gemelas?, ¿De qué forma meten en ellas una tonelada de material?, ¿cómo lo suben 110 pisos?, y finalmente… ¿Cómo se las arreglan para lanzar el cable de una torre a otra?.
Lo cierto es que “El Hombre en el alambre” puede convertirse en una experiencia emocionante, intensa e inolvidable, avalada por la cantidad de premios obtenidos, entre los que destacan el Oscar al mejor documental, el BAFTA a la mejor película británica 2009, así como el Gran Premio del Jurado y el Premio de la Audiencia al mejor documental en el Festival de Cine de Sudance 2008.